Proteína de la leche: beneficios y características
Seguro que ya conoces la importancia de consumir proteína a diario para mantener la salud de tus células, músculos y huesos. Pero, ¿eres consciente de todo lo que te puede aportar la proteína procedente de una de las fuentes más naturales y fáciles de consumir?
¡Hoy hablamos de la proteína de la leche y sus características y beneficios!
¿Qué es la proteína de la leche?
La ingesta de leche es imprescindible durante la lactancia pero, debido a su alto aporte de proteínas, también es importante mantener su consumo durante todas las etapas de la vida. Además de por proteínas, está compuesta también por una mezcla de lípidos, glúcidos, vitaminas y sales minerales.
Dichas proteínas tienen un valioso papel en la nutrición y la salud humana. Dentro del propio término, se incluyen distintos tipos de proteínas que se encuentran de manera natural en la leche, como la caseína, el suero de leche o la lactoferrina, todas ellas con sus características y beneficios propios. Aún así, comparten funciones comunes:
- Protegen de infecciones al recién nacido y a la glándula mamaria de los mamíferos.
- Participan en la generación de otros componentes como la lactosa y la
Los gramos de proteína que contiene la leche varía dependiendo de la especie que la produzca. En el caso de la leche de vaca, hay 3,50 gr de proteínas por cada 100 ml.
Los diferentes tipos de la proteína de la leche
Como comentamos anteriormente, existen distintos tipos de proteínas. Esto se debe a que la proteína de leche está formada por aminoácidos, que según su combinación y proporción, generan diversas variedades proteicas. Entre ellas, encontramos las siguientes:
1. Caseína
La caseína es una proteína que se encuentra en la leche y en derivados como el yogur o el queso. Es la proteína más abundante en la leche de vaca, constituyendo el 80% del total, mientras que el suero representa solamente el 20%.
Tiene un alto valor biológico debido a la presencia de minerales y los 9 aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no puede producir por sí mismo, necesarios para ayudar al crecimiento de la masa muscular.
A diferencia del suero, la caseína se asimila de manera progresiva y lenta, tardando unas 7 horas en absorberse en comparación con la media hora que tarda aproximadamente la proteína de suero.
2. Suero de leche
La proteína de suero puede separarse de la caseína en la leche o formarse como un derivado de la preparación de queso. Está compuesto mayormente por agua y, en menor medida, por proteínas y grasas.
Contiene también vitaminas A, B y C, y minerales como el hierro, el potasio, el magnesio, el calcio o el fósforo.
Se suele utilizar como suplemento proteico, ya que mejora el aporte nutritivo de la dieta y el rendimiento deportivo, a la vez que contribuye a aumentar la fuerza.
3. Beta-lactoglobulina
Es una proteína que se encuentra en la leche de vaca, cabra, burra y otros animales, pero no en la humana. Cuando se hierve la leche, esta proteína forma parte de la capa de nata que aparece en la superficie. Su función biológica no está definida, pero se cree que tiene un rol en el transporte de grasas y a nivel inmunológico.
4. Alfa-lactoalbúmina
Favorece la unión de la glucosa con la galactosa, formando la lactosa, el carbohidrato con mayor presencia en los productos lácteos. Al igual que la beta-lactoglobulina, también forma parte de la capa de nata que aparece en la superficie de la leche hervida.
5. Lactoferrina
Proteína que se une a los iones de hierro para transportarlos por la sangre a todo el organismo. Tiene un importante papel antibacteriano, antioxidante y antiinflamatorio, actuando también sobre la protección de la glándula mamaria.
Además de en la leche, se encuentra en la saliva y otras secreciones corporales.
6. Lactoperoxidasa
Muy abundante en la leche de vaca. Funciona como una defensa natural contra bacterias y virus que, en presencia de agua oxigenada, estimula la creación de sustancias con gran poder antimicrobiano.
7. Inmunoglobulinas
Reconocen las estructuras extrañas al organismo y se unen a ellas contribuyendo a su destrucción gracias a nuestro sistema inmunológico. Actúan como anticuerpos, combatiendo infecciones bacterianas y víricas.
8. Lisozima
Ausente en la leche de vaca pero presente en la leche humana y otros alimentos como la clara del huevo. Disuelve la pared de las bacterias y trabaja mano a mano con la lactoferrina para potenciarse mutuamente en su labor contra las infecciones.